EJERCICIO # 2
Ahora ya han terminado de rotar y han abierto sus
ojos. Luego se acuestan en el suelo en decúbito dorsal, es decir, boca arriba
con los talones juntos y pies abiertos en abanico, piernas estiradas, brazos
abiertos a lado y lado en forma horizontal, mirando hacia el cielo o el techo
de la casa.
Ya en posición, se intensifica la concentración, la
meditación en la Divina Madre Kundalini, rogándole, suplicándole que cure el
órgano enfermo. En esos momentos, los que no están curándose pueden pedir por
cualquier otra necesidad, como puede ser que la Divina Madre elimine tal o
cual yo psicológico, tal o cual defecto psíquico, o que desarrolle en uno tal o
cual facultad o poder, etc. Uno tiene derecho a pedir, para eso son estos
ejercicios.
En esta posición, tendido de espaldas en el suelo, se
suplica y se intensifica la oración, el ruego, plenamente identificados con el
Tercer Logos. De manera que así acostados ya saben ahora suplicar y pedir en
tal posición (figura 2).